Maia Nebula!

The world is sick, but my smile is intact.

Thursday, May 23, 2002

¿Quién quiere ser Kenneth Wolf?

Nos conocimos por Internet por coincidencias de la vida y un salón de chat de Yahoo!. Debido a las mismas coincidencias empezamos a escribirnos e-mails asiduamente. Cuando, al empezar a usar ICQ, empezamos a hablar, éramos los típicos outcasts de adolescencia. De pocos amigos, inteligentes, amantes de la buena literatura y la música clásica. Me cautivó el brillo de su mente. Me cautivó su emprendedora personalidad. No estábamos solos: nos teníamos el uno al otro pese a la gran distancia que nos separaba.

El tiempo pasó, y de las charlas sobre política, música y literatura fueron casi totalmente reemplazadas por unas sobre nosotros dos y lo mucho que significaría encontrarnos, vivir el resto de nuestra existencia juntos. Se suponía que éramos el uno para el otro. Todo era hermoso, o mejor dicho, soñar era hermoso.

Crecimos. Cambiamos. El niño de gafas, pelo partido por la mitad y pantalones supremamente anchos y la niña de gafas, brackets y la cara lacerada por el acné se convirtieron en un hombre y una mujer muy distintos. Nuestros intereses ya no eran exactamente los mismos. Creímos que de todos modos nada nos iba a distanciar... Qué equivocados estábamos.

En cuatro años que parecen cuarenta, nuestros rumbos empezaron a diverger en vez de converger. La siguiente vez que nos vimos, hace ya muy poco, los dos teníamos pareja en nuestros lugares de procedencia. Aprendimos a apreciarnos con la amistad que omitimos por soñar con nosotros mismos, por amarnos... o por haber sentido un sucedáneo del amor. Ahora hablamos con nostalgia de los tiempos pasados, de nuestros sueños adolescentes, del futuro que nos depara. Su vida ya es muy distinta de la mía: después de cometer alguna cantidad de errores desea huir de aquello que él consideró su adoración, o tal vez aquello a lo que le mintió, aquella persona. Mientras tanto, algo conmovida con su rabia interior, yo ya no puedo ofrecerle mi corazón; no porque me sienta forzada a jurar lealtad a alguien, sino porque todo lo que mis sentimientos encierran ahora no da espacio para él, sea lo que sea ahora, o sea lo que otrora fue. Mi alma está conectada con otro ser, y aún cuando a veces anhelo encontrármelo y departir como viejos amigos, estoy segura de que la devoción de al menos este momento mi vida le pertenece a otra persona.

Estoy escuchando: Who Do You Think You Are, de Spice Girls
Me siento: Nostálgica

¡Posimismo!

Me fascina pensar en todo el esfuerzo que fue necesario para que la supuestamente pésima banda del colegio —con su servidora al bajo —se convirtiera en el gran éxito musical del Festival Uncoli de Música 2002. Would You Be Happier? era la canción que yo más odiaba sobre el planeta Tierra en cuanto a repertorio de la banda... aunque nada puede ser peor que Ironic. Ahora me pongo feliz de sólo oírla. Me hace sentir muy pero muy satisfecha. La banda, con su filosofía de Posimismo (Positivismo/Optimismo, un lindo juego de palabras de Carolina Domínguez), logró salir adelante pese a todas las críticas y el desagrado general. Cuando nos vean de nuevo van a ver... Van a ver... No somos lo que creían. Somos lo mejor de lo mejor de lo mejor. ¡Somos Posimismo! No, no por sí mismo, Posimismo.

Por cierto, tener la oportunidad de interpretar The Tale of a Man frente al público fue inigualable, no puedo creerlo todavía. Es el mejor regalo que me pudo hacer la Banda, y a todos, a Ippo (Adriana Ippolito, guitarrista), a Dimanche (Carolina Domínguez, guitarrista), a Caro Q (Carolina Quintana, cantante), a Andreíta (Andrea la baterista cuyo apellido ignoro), a Margarita (Margarita Rodríguez, cantante), a Maria Paula (cantante) y obviamente a Billy Boy (Guillermo Cubillos, director), a todos les agradezco inmensamente ese regalo. También recuerdo con afecto a Diana Ávila (ex cantante) y Caro Ruiz (ex baterista), quienes ya no se encuentran con nosotros pero dejaron su huella... Es la mejor banda del planeta, la mejor en la que pude estar durante mis años de servicio al bajo, la que definitivamente recordaré toda mi vida.

Estoy escuchando: Aurora, de Foo Fighters
Me siento: ¡Posimista!

Friday, May 17, 2002

To the Love that Hates Me

Es bueno saber que aún existen canciones que levantan el ánimo. Paul McCartney y The Beatles son infalibles; lástima que sólo tenga alrededor de cinco canciones de los Fab Four en el disco duro. Si quiero una buena dosis de Getting Better, Being for the Benefit of Mr. Kite! o Lovely Rita, debo esperar a llegar a mi cuarto. Y cuando llegue allá, quiero dormir muchas, muchas horas. La semana que se avecina trae consigo una buena cantidad de lágrimas que no derramaré porque me es físicamente imposible llorar la mayoría de veces. No sé exactamente cuándo puedo hacerlo, pero la verdad es que cuando realmente quiero llorar no puedo.

Antes de contarles por qué estoy tan triste, quiero resaltar el hecho de que me puso peor el hecho de leer el diario de Kenneth Wolf para encontrar que aún escuchaba 1, el cd de The Beatles. Si es cierto lo que alguna vez me dijo, él compró ese cd porque a mí me gusta el grupo, es decir, lo compró porque se acordaba de mí, y pensar que aún lo oye y lo disfruta significa pensar que en cierto modo también me recuerda a mí. Bajo circunstancias normales eso no me produce la menor sensación. Es su vida y él hace con ella lo que quiera. Sin embargo, pensar que alguna vez mis padres me dejaron querer a alguien porque estaba tan pero tan lejos, y que esa persona se tomó el trabajo de pensar en mí durante alguna porción de su día, tanto como para comprar un cd y sacar una canción específica de él para recordarme (Something), me entristece. De mi relación con Kenneth Wolf no quedan sino los recuerdos, y la posibilidad de obtener la aprobación respecto de una relación tan cercana aumenta con la distancia entre el individuo en cuestión y yo. Es decir, si no te llamas Kenneth Wolf o vives un poco más lejos que él no eres bienvenido. Sin embargo, he de recordarle al mundo que he crecido y que mi alma no está buscando que le prohiban todo con tal de destruir la floreciente relación entre ella y alguien más, alguien mucho más cercano geográficamente. He de recordarle al mundo que estoy dispuesta a hacer algo con tal de sortear los obstáculos, llámense prohibiciones o consejitos amables para no dar mal ejemplo. Ha llegado el momento de despertar y darse cuenta de que Laura Acosta no es toda cerebro, que en medio de todo hay algo de corazón, y que es bastante sensible aunque generalmente no parezca. Esto es justamente lo que me entristece... que los McGregor no entiendan que Anna ya no es sólo escritos y elogios sino que también, pese a toda maldición pronosticada, encontró un nuevo e increíble sentimiento en su alma y no está dispuesta a dejarlo ir, pase lo que pase.

Acabo de recordar un sueño que tuve anoche. Iba a una isla equivalente a Providencia en un barquito con forma de parquecito de esos de troncos que a todos los niños les gustan. Allí me internaba descalza en la selva (que iba como en rampa como el centro comercial Cosmos 64, para los que alguna vez fueron allá) y encontraba conchas grandísimas de color azul cobalto y estrellas de mar secas color coral vivo. Todo era tan hermoso... pero yo estaba sola. No había amigas conmigo pese a que yo veía a las niñas con sus amigas. Sí, estaba con el curso. El caso es que subía de nuevo la rampa y de repente me daba cuenta de que no tenía mi mochila, y yo decidía devolverme a recogerla, pero por ahí pasaba un zorro, y yo me estaba arriesgando a que me comiera viva, porque creo que pasaba a su lado y directamente a su refugio para rescatar mi mochila. Qué extraño... Creo que tuvo algo que ver con el episodio del ladrón en la buseta camino al apartamento de Carlos Márquez. El hombre me abrió la cartera y me sacó mil pesos (qué hambriento); yo me di cuenta y empecé a meter la mano entre su chaqueta y a decirle "¿qué me robó?" repetidas veces. No recuperé el dinero, pero un rato después caí en cuenta de que me había arriesgado demasiado al efectuar ese acto. De hecho, cuando llegué a mi destino y vi que Carlos me esperaba en la puerta, me derrumbé sobre él y empecé a temblar del susto.

Y es que justamente eso quisiera ahora: encontrarme a Carlos y deshacerme entre sus brazos en un instante eterno...

Estoy escuchando: Amber, de 311
Me siento: Deprimida

On the Edge of Desire

En una época no muy remota escuchábamos todo lo que se nos decía con atención incondicional, sin imaginar que algo se ocultaba más allá de la mirada, de la palabra, del gesto. Todo estaba destinado a ser, no ser 'bueno' o 'malo' sino ser, sin ir más lejos. Éramos inocentes. Ahora nos hallamos frente a multitud de encrucijadas mentales, entre el pensamiento agudo y el acto que siempre consideramos enmascarado. ¿Qué sucede cuando dos miradas dejan de ser simplemente cuatro írises castaños observándose fijamente? ¿Qué sucede cuando aprendemos a leer lo que está escondido tras una risa tímida y picarona? Una mano cesa de ser una simple extremidad que toma lo que desea para convertirse en un miembro expresivo, exploratorio, peligroso. No, ya no pensamos como antes. Ya no sentimos como antes. La inocencia se ha ido para nunca más volver, y por más que no queramos debemos aceptar que ahora caminamos al borde del deseo.

Estoy escuchando: Malibu, de Hole
Me siento: Meditabunda

Thursday, May 09, 2002

Baci

Creo firmemente que los besos son altamente adictivos. Una vez pruebas uno no hay manera de convencerte de que existe una sensación mejor en la vida. Has caído en el vicio, el amor te va engullendo con la fuerza de un remolino y salir de él es increíblemente difícil. Necesitas desesperadamente otro beso, y otro, y otro y otro y otro y otro y otro. Obviamente hablo de besos siempre provenientes de la misma persona, porque pierden la magia cuando son de varios, son insulsos de ese modo...

Un beso es una hoguera que hay que saber avivar prudentemente: la pasión puede crecer hasta niveles incendiarios... sin embargo, es delicioso sentirla levantarse, estallar en chispitas, crepitar dentro de nuestras almas unidas. Si de mí dependiera, un beso sería todo lo necesario en una pareja. Sin embargo, sé que hay más cosas más allá de eso. Anyway, a mí un simple beso (¿o tal vez un par de besos?) me hace muy pero muy pero muy feliz.

Estoy escuchando: Maybe I'm Amazed, de Paul McCartney
Me siento: Enamorada

Wednesday, May 08, 2002

Ätherisch

We ceased being ourselves to become ethereal beings overwhelmed by passion.

Cierra los ojos. Sumérgete en un sueño, que es tibio y dulce y hermoso. Deja que fluyan todas tus energías hacia tu corazón y se irradien en un ciclo de perfecta sincronía entre dos almas.

No te empeñes en pensar, no busques la conciencia entre lo inconsciente. La conciencia se perdió como murmullo en la espesura del bosque. Olvida el entorno. No formules preguntas, no busques la respuesta a nada. Ahora sólo existe el espíritu, ahora sólo existe la belleza que se percibe a través del abandono total.

Abre los ojos y observa aquellos en los que siempre has querido estar reflejada. Desaparece de nuevo. Pierde la noción del tiempo, no existe, no es necesario. Todo se desvanece, todo es nada, todo se ha deshecho para dejar únicamente la estela de una soledad compartida que no vuelve a ser soledad nunca más...

¿Qué es la tristeza?

Estoy escuchando: Todas las flores, de Presuntos Implicados
Me siento: ¡¡¡FELIZ!!!

Friday, May 03, 2002

Hey, Man!

No sé qué escribir hoy. Sé que es mi deber escribir, y sé lo que quisiera escribir, pero no creo que sea algo que pueda ser leído así como así por todo el planeta Tierra. Debo ser ahora tan mesurada en mis palabras que yo misma no me reconoceré dentro de un tiempo. Sin embargo, se supone que éste es mi diario y yo escribo en él lo que se me antoje, así que intentemos... No, no se me ocurre nada. Pensemos mejor. Bueno, aquí va algo, una especie de desahogo contra el silencio forzado pero dichoso:

El mundo sabe algo; yo sé otra cosa. Mi vida cambió de estado de la manera más inesperada (todo lo absurdo e inesperado con el patrocinio del nuevo disco de Olavia Kite, Missing the Life that Follows, disponible en todas las discotiendas; incluye los éxitos Happy to See You Go By y The Tale of a Man... jajajaja eso me encantó). ¡Mi vida ha tomado un nuevo rumbo y no puedo contarle a nadie! ¡Y no puedo gritarlo! Uno de los moscardones de los sueños aterrizó para convertirse en dulce realidad y rodearme de las mariposas rojinegras que jamás se volverán polillas, y yo ¡me tengo que callar! Veo todo de mil fantásticos colores, mi caleidoscopio funciona perfectamente, ¡y nadie puede saberlo!

Sépanlo ustedes, queridos lectores. Desde esta madrugada, hace ya casi 24 horas, no he sido la misma. La sonrisa que me acompaña no es igual. Mis pensamientos ya no alcanzan su destino de la manera en que lo hacían antes. Mi camino se encuentra iluminado por el sol, pero a cambio del cielo azul y las mariposas rodeándome tuve que tomar la decisión de sacrificar ciertas cosas. No se preocupen, no es nada grave: es simplemente algo que me enseñará a ser más yo misma y no tanto parte de esa maraña de gente que me ha venido acompañando durante tantos años. Yo, yo, YO MISMA, parte inseparable de otro ser viviente pero independiente de las miradas acusadoras. Yo, yo, YO MISMA, cortando el cordón umbilical que a veces trataba de ahorcarme o latigarme, desplegando mis alas irisadas y uniéndome a otro destino, a uno que jamás creí venir pero siempre esperé pacientemente.

Anoten esto, por favor; yo sé por qué se los digo: La paciencia siempre será recompensada.

Ahora que me siento más tranquila por haberme expresado sin haber perdido un ápice de felicidad, me retiro a dormir y tener los más dulces sueños.

Estoy escuchando: I'm Like a Bird, de Nelly Furtado
Me siento: Cursi— no, ésa no es la palabra. Ustedes me entienden... (sonrisa estúpida)

Wednesday, May 01, 2002

La secta de los Adoradores del Santo Cachorro

Me encanta hablar con Soad. Ella es la mejor hermana que cualquier persona podría tener. Tal vez lo digo sólo porque soy yo, pero si fuera otra persona también me gustaría que Soad fuera mi hermana. Ella soporta mi silencio prolongado sin preguntar si estoy brava o insistir en hacerme hablar, y cuando hablamos es fantástico. Soad sabe exactamente cómo consolarme, la causa de mis desdichas y también la de mis alegrías. Algunos de los mejores consejos que recibo provienen de ella, ¡y eso que es menor que yo! Gracias a ella todos mis problemas se arreglan. No sé si ella lo sepa, pero la quiero profundamente. Aún cuando me ponga brava y a veces sea lo más cansón de este mundo, yo sé que siempre estaré ahí para ella, así como ella lo ha estado para mí.

Desde chiquitas hemos sido amigas. Inventábamos canciones y personajes, llenábamos álbumes con nuestros propios dibujos, hacíamos monstruosidades con recortes de revistas de reinas de belleza,... fue a Soad a quien mostré el primer cuento que me consolidó como alguien que se dedicaría toda la vida a escribir. Nadie puede decirme que es hueca, porque no lo es. Es una artista como toda la familia, y me encantan sus apuntes tan oportunos. Es de las personas que más me hacen reír... Realmente me alegra saber que la tengo; agradezco a Dios por habérmela traído.

Estoy escuchando: Fell in Love With a Girl, de White Stripes
Me siento: Agradecida con la vida